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Herencias y sucesiones: ¿Cómo debemos planificarlas?

Cuando se trata de la planificación para el futuro, es importante asegurarse de que tus seres queridos estén protegidos en caso de que algo te suceda. Una de las mejores maneras de hacer esto es mediante la planificación de las herencias y sucesiones. En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre herencias y testamentos, y cómo puedes proteger a tus seres queridos. En este artículo, te explicamos cómo debemos planificar para el futuro y qué aspectos debemos tener en cuenta.

¿Qué es una herencia?

Una herencia es todo lo que una persona posee en el momento de su muerte. Esto incluye bienes, propiedades, cuentas bancarias, inversiones, deudas y cualquier otra cosa que tenga un valor monetario. Después de la muerte de una persona, sus activos pasan a su patrimonio.

¿Por qué es importante planificar las herencias y sucesiones?

La planificación de una herencia es importante porque te permite decidir cómo se distribuirán tus activos después de tu muerte. Si no tienes un testamento, las leyes estatales determinarán cómo se dividirán tus bienes y propiedades, lo que puede no estar de acuerdo con tus deseos.

¿Cómo se crea un testamento?

Existen tres tipos de testamentos: abierto, cerrado y ológrafo.

  1. Testamento abierto: Este tipo de testamento se redacta en presencia de un notario público y testigos. El notario público certifica que el testamento ha sido escrito y firmado por la persona que lo crea.
  2. Testamento cerrado: Este tipo de testamento se redacta por escrito y se sella. La persona que crea el testamento debe firmar el sello, y luego se entrega a un notario público para su custodia.
  3. Testamento ológrafo: Este tipo de testamento es escrito a mano por la persona que lo crea. No es necesario que un notario público o testigos estén presentes, pero se debe cumplir con ciertos requisitos legales para que sea válido.
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¿Qué pasa si no se crea un testamento?

Si no se crea un testamento, las leyes estatales determinarán cómo se dividirán los bienes y propiedades. Estas leyes se conocen como leyes de sucesión intestada.

En general, estas leyes se basan en la relación familiar y la línea de sangre. Normalmente, el cónyuge que ha sobrevivido heredará una parte de la propiedad, y el resto se dividirá entre los hijos. Si no hay hijos, la propiedad se dividirá entre otros parientes cercanos, como padres, hermanos y abuelos.

Es importante tener en cuenta que sin un testamento, no podrás nombrar a un albacea, lo que significa que no tendrás control sobre cómo se manejará tu patrimonio después de tu muerte. Además, si tienes hijos menores de edad, la corte decidirá quién será su tutor legal.

Pasos a seguir para planificar el futuro

  1. Hacer un inventario de nuestros bienes y propiedades: Lo primero que debemos hacer es hacer un inventario detallado de los bienes y propiedades. Debes asegurarte de incluir todo lo que posees, desde bienes inmuebles hasta cuentas bancarias y posesiones personales.
  2. Nombrar un albacea: Es importante nombrar a alguien de confianza como albacea de tú herencia. Esta persona será la encargada de asegurarse de que se cumplan nuestras últimas voluntades y de que nuestros bienes sean distribuidos adecuadamente entre nuestros herederos.
  3. Redactar un testamento: Un testamento es fundamental para asegurarnos de que nuestros bienes y propiedades sean distribuidos de acuerdo a nuestras últimas voluntades. En el testamento deberemos incluir a quiénes serán nuestros herederos y cómo deseamos que nuestros bienes sean distribuidos.
  4. Preparar un plan de sucesión: Un plan de sucesión es fundamental si somos dueños de un negocio o empresa. Debemos asegurarnos de que nuestros herederos estén preparados para tomar las riendas del negocio y de que el mismo continúe funcionando adecuadamente después de nuestra partida.
  5. Considerar las leyes de sucesión: Es importante tener en cuenta las leyes de sucesión del lugar donde vivimos. Estas leyes pueden variar de un lugar a otro y pueden tener un impacto significativo en cómo se distribuyen nuestros bienes.

¿Cómo se distribuye la herencia?

La distribución de la herencia depende de si se creó un testamento o no. Si se creó un testamento, los bienes y propiedades se distribuirán según las instrucciones en el testamento. Si no se creó, las leyes estatales determinarán cómo se dividirán los bienes y propiedades.

En general, la herencia se divide entre los herederos legales, que suelen ser el cónyuge, hijos y otros familiares cercanos.

Preguntas frecuentes

¿Es necesario contratar a un abogado para planificar mi herencia y sucesión?

No es necesario contratar a un abogado, pero es recomendable. Un abogado especializado en derecho de sucesiones puede ayudarnos a tomar decisiones informadas y a redactar un testamento adecuado.

¿Qué pasa si no hago un testamento?

Si no hacemos un testamento, nuestros bienes y propiedades serán distribuidos de acuerdo a las leyes de sucesión del lugar donde vivimos. Esto puede dar lugar a conflictos entre los herederos y a una distribución que no se ajuste a nuestras últimas voluntades.

¿Puedo cambiar mi testamento?

Sí, podemos cambiar nuestro testamento en cualquier momento. Es recomendable revisarlo cada cierto tiempo para asegurarnos de que sigue reflejando nuestras últimas voluntades.

Conclusión

La planificación de herencias y sucesiones es fundamental para asegurarnos de que nuestros bienes y propiedades sean distribuidos de acuerdo con nuestras últimas voluntades y evitar conflictos entre los herederos.

Para planificar adecuadamente, debemos hacer un inventario de nuestros bienes, nombrar un albacea, redactar un testamento y preparar un plan de sucesión si es necesario. Además, es importante tener en cuenta las leyes de sucesión del lugar donde vivimos. Puede ser de gran ayuda contratar a un abogado, para realizar todo este proceso. Recomendamos revisar nuestro testamento cada cierto tiempo para asegurarnos de que sigue reflejando nuestras últimas voluntades y hacer los cambios necesarios. En resumen, debemos planificar para el futuro y asegurarnos de que las herencias y las sucesiones están de acuerdo con nuestras últimas voluntades.